¿Validez de una prueba diagnóstica?

Sensibilidad y especificidad

 

Una prueba diagnóstica es cualquier procedimiento utilizado como ayuda para confirmar o descartar un diagnóstico.1 En Medicina existe una interacción entre probabilidades e incertidumbre, por lo cual, es importante saber que estos parámetros no sólo se evocan a actividades preventivas, terapéuticas y pronósticas sino también a las diagnósticas2, estas últimas incluyen anamnesis, exploración física, pruebas de laboratorio, radiografías o ultrasonidos, histopatológicas, entre otras. Por ello es importante analizar, interpretar y evaluar correctamente dichas pruebas para lograr reducir la incertidumbre y obtener resultados y diagnósticos más acertados para el tratamiento de alguna enfermedad o procedimiento.

 

   La validez de una prueba se entiende como la capacidad para medir aquello que esa prueba quiere medir. Existen varios tipos de validez: validez de contenido, esta describe la extensión donde una medida refleja la dimensión de un problema particular; validez de constructo, se refiere al atributo (constructo) para el cual fue desarrollado; y por último, validez de criterio, la cual se define como la extensión donde una medida se correlaciona con una prueba de referencia (estándar de oro), es decir, que pueda predecir un fenómeno observable.

 

   Es decir, para que un método de mediciones sea válido debe ser confiable (consistente) y debe ser lo más cercano a la realidad. Esta validez se expresa como la capacidad para detectar la enfermedad cuando ella está presente (sensibilidad) y de detectar su ausencia cuando ella no está presente (especificidad). Una prueba altamente sensible muestra resultados positivos en un alto porcentaje en comparación de quienes están enfermos y una prueba muy específica muestra resultados negativos en un alto porcentaje de quienes están libres de enfermedad. La especificidad así como la sensibilidad se pueden expresar en términos de porcentaje o probabilidad. Una prueba diagnóstica clasifica a algunas personas como  libres de la enfermedad (falsos negativos) y a algunos individuos libres de la enfermedad como enfermas (falsos positivos). Las pruebas diagnósticas altamente válidas producirán pocos falsos negativos y pocos falsos positivos. Los resultados de una prueba diagnóstica realizada en un grupo de n personas, unas que tienen la enfermedad y otras que no la tienen, se pueden presentar en una tabla de 2 x 2, y en ella se pueden identificar a los verdaderos positivos (VP), los falsos positivos (FP), los verdaderos negativos (VN) y los falsos negativos (FN).  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

   La sensibilidad y especificidad son características propias de las diversas pruebas diagnósticas, y es importante aclarar que no dependen de la frecuencia con que se presenta la enfermedad o prevalencia. Es importante mencionar que las pruebas diagnósticas que son 100% sensibles y 100%específicas son el estándar de oro, pero que en la realidad las pruebas diagnósticas casi nunca son perfectas; su sensibilidad y su especificidad no son del 100%.

 

 

Bibliografía

 

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• Hernández, R., Fernández, C. y Baptista, P. (2007) Metodología de la Investigación (4ta edición). México: McGraw-Hill.

 

 

 

Elaborado por: Lizbeth Beatriz Ortiz Barrios